El temperamento melancólicohacia una alquimia posible del arte

Laburpena

Una constitución resistente seria necesaria para el que pretendía, sin marearse, pensar en el arte. Nubes de bilis negra comenzaban a arrojar sombras oscuras sobre el pensamiento, vapores y sustancias fuliginosas, humores que provocarían resistencias y sentimientos de dicha melancólica en el viajero. En el recorrido se indicaban las sustancias del arte que provocarían estados febriles, apuntando bajo señales enigmáticas, las enfermedades que ocasionarían subidas de temperatura en la piel del pensador, se anotaban las caídas melancólicas provocadas por deseos incumplidos, por vocaciones frustradas, se marcaban los descensos necesarios para el ascenso, las pendientes para alcanzar una fortaleza final.