La paradoja institucional china: ¿desarrollo con instituciones heterodoxas?propuesta metodológica para un análisis de arraigamiento northiano del desarrollo

  1. García Díaz-Ambrona, Guillermo
Dirixida por:
  1. Clara García Fernández-Muro Director

Universidade de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 15 de setembro de 2017

Tribunal:
  1. Antonio Ramos Barrado Presidente/a
  2. Iliana Olivié Aldasoro Secretario/a
  3. Maria Dolors Folch Fornesa Vogal
  4. Mario Esteban Vogal
  5. Gonzalo Caballero Miguez Vogal

Tipo: Tese

Resumo

Desde que inicia sus reformas en 1978, China ha mantenido elevadas tasas de crecimiento en ausencia de las instituciones que según la corriente principal de la Teoría Económica del Desarrollo (TED) son necesarias para ello. Esto es, China crece en ausencia de un Estado de derecho que regule la gobernanza política y asegure una protección creíble de los derechos de propiedad. Para esclarecer esta Paradoja Institucional China (PIC) ¿objetivo de investigación aplicada de la tesis¿ es necesario abordar dos objetivos teórico-metodológicos. Primero, una cuestión central para la TED: ¿de qué modo se genera un compromiso reformista creíble? Segundo, el éxito desarrollista de un régimen autocrático, y sin sujeción a contrapesos externos, sitúa a la Nueva Economía Institucional (NEI) delante de su principal limitación teórica: ¿cómo superar el reduccionismo del monocultivo institucional para arrojar luz respecto de la equifinalidad institucional? O lo que es lo mismo: ¿cómo se llega a los resultados universales que exige la TED/ NEI a partir de formas institucionales ¿esto es, sistemas de incentivos¿ culturalmente arraigadas? Esta tesis, inspirada en el paradigma científico de las Ciencias de la Complejidad, desarrolla un novedoso marco teórico que reinterpreta el corpus meta-teórico de Douglass North en base a la visión de instituciones como estados de equilibrio de un juego de Masahiko Aoki. Asimismo, propone una topología del Espacio Institucional que estructura los múltiples elementos institucionales, según su profundidad de arraigamiento, dentro de un sistema jerárquico anidado (holarquía) cuyos niveles se relacionan por una causalidad de tipo constitutivo. Así concebida, la realidad institucional expresa un actuar intencional que, aunque es libre, está acotado en su condición de posibilidad por modos de racionalidad culturalmente constituidos que son portadores de los elementos más profundos y tenaces del sustrato cultural, y que confieren dependencia de trayectoria al cambio institucional. Bajo estos presupuestos, y tras aproximar el sustrato cultural chino mediante el análisis de un rico aporte multidisciplinar (antropología, psicología, sociología, ciencias políticas, jurídicas, economía), nuestro modelo prevé que, durante el período reformista, China sólo puede producir resultados ortodoxos a partir de formas institucionales arraigadas en una cultura política paternalista e iliberal. Esto significa que estas formas deben reflejar la heterodoxia inerradicable de un Estado activista que se manifiesta en un modo de pilotaje institucional eminentemente jerárquico (top-down), y a una relación orgánica (y no de contraposición) entre el Estado y la sociedad civil. Las previsiones se corroboran empíricamente mediante un análisis contingente del período reformista que integra una amplia evidencia cualitativa y cuantitativa proveniente de múltiples disciplinas y enfoques. Este análisis muestra que en China las instituciones centrales para el desarrollo económico ¿e.g., el mercado, la estructura de propiedad empresarial, el sistema jurídico-judicial, o los derechos de propiedad¿ carecen un valor normativo per se, y sólo se consideran como meros medios hábiles ¿retales de ¿tecnología¿ institucional¿ supeditados a la consecución de los objetivos de modernización y fortalecimiento nacional. La tesis concluye que la PIC no es tal. Es sólo el producto de un enfoque institucionalista eurocéntrico y desarraigado que asume los referentes institucionales occidentales (léase anglosajones) como universales, sin reparar en que el propio orden político liberal es a su vez fruto evolutivo del arraigamiento de las instituciones políticas en un sustrato cultural idiosincrático (liberal). En el plano teórico-metodológico, esta tesis confirma la equifinalidad institucional, y ofrece bases teóricas y empíricas que refutan la praxis aún dominante del monocultivo institucional.