La articulación de la moda en el espacio museístico en el cambio de milenio
- Padín Otero, Román
- Dolores Dopico Aneiros Director
Universidade de defensa: Universidade de Vigo
Fecha de defensa: 21 de decembro de 2017
- José-María Paz-Gago Presidente/a
- Xosé M. Buxán Bran Secretario
- María Dolores Barral Rivadulla Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Son varios los aspectos sobre la presencia de la moda en los museos que se han estudiado en esta tesis doctoral. Sus orígenes, naturaleza, desarrollo, estado actual, identificación de tipos de muestras, el estudio de un gran número de ellas y la elaboración de una clasificación o taxonomía de exposiciones de moda, conforman el contenido de este estudio. Se han tomado en consideración a las exposiciones universales como antecedente de la evolución de la relación de los museos, con la moda y el mercado a lo largo del siglo XX. Desde el Crystal Palace de la Gran Exposición Mundial de Londres en 1851, hasta el Pavillon de l´Élégance de la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels en Paris en 1925, la moda fue aumentando su presencia, contando en la edición del “art déco” con los modelos de Coco Chanel, Madeleine Vionnet, Paul Poiret, Jacques Doucet, Lucien Lelong y Jean Patou, entre otros. Paralelamente, los museos de arte, artes aplicadas, museos etnográficos, detentan en sus colecciones decimonónicas y de inicios del siglo XX, piezas textiles y de indumentaria. En términos generales, las piezas son seleccionadas sobre criterios de antigüedad del tejido, riqueza de las telas, complejidad de ejecución o cualidades históricas. Se desarrolla interés por esos vestidos contemporáneos en algunas instituciones museísticas embrionarias. Les Arts Décoratifs se instala en el Pabellón Marsans en 1905. En 1937 se crea el Costume Institute en Nueva York, que se adhiere al Metropolitan Museum of Art en 1945. En 1969 se crea el Fashion Institute of Technology. En Holanda se crea el Netherlands Museum of Costume en 1951. En España, a partir de la exposición de Traje Regional e Histórico de 1925, se crea el Museo del Traje en 1927, que se reconvierte en Museo del Pueblo Español en 1934 y en el actual Museo del Traje en 2004. En 1956, se inaugura en Francia el Musée du Costume que en 1997 pasa a llamarse exclusivamente Musée de la Mode de la Ville de Paris. El Victoria & Albert Museum de Londres se crea en 1852 como South Kensington Museum y en 1899 toma el nombre de la soberana, teniendo como tema de estudio el de las artes decorativas y bellas artes. La tónica general de estos museos, fue la de exponer y coleccionar, indumentaria, piezas de época o históricas. Y progresivamente, tímidamente, va entrando la moda del momento en el museo. La alta costura de París desde su relanzamiento tras el Théâtre de la Mode en 1945 fue altamente valorada por su naturaleza de pieza única de ejecución manual y sobre esos criterios fue accediendo al museo. En el Reino Unido, el Victoria &Albert Museum, permite el acceso de moda de nuestros días al museo e incluso realiza ampliación de fondos con ropa contemporánea a raíz de la exposición Britain Can Make It de 1946. A partir de la exposición colectiva Fashion An Anthology, organizada por Sir Cecil Beaton en 1971, es cuando se dan sólidos pasos hacia adelante en la incorporación de la moda al museo, pues a pesar de carecer la moda de nuestros días de antigüedad para entrar en las salas de exposiciones, sí se vio en ella una manifestación cultural del momento contemporáneo que la hacía idónea para ser expuesta. En esa primera exposición están incluidos todos los grandes nombres del momento, Christian Dior, Cristóbal Balenciaga, Yves Saint Laurent, Valentino, los modistos ingleses, los creadores americanos. En 1972, con la incorporación de Diana Vreeland al frente del Costume Institute at The Metropolitan Museum of Art, se continúa la innovación en el acceso de la moda en el museo. Pues organiza la primera exposición individual a un modisto del momento, The World of Balenciaga que se inaugura en 1973. En 1983 de nuevo Diana Vreeland en el MET marca un hito al dedicar por primera vez el museo a un modisto vivo con Yves Saint Laurent A Retrospective. La exposición no es ajena a las críticas y se generan en torno a ella tres polémicas que se mantendrían hasta bien entrado el siglo XXI como problemáticas inherentes al comisariado de moda que son: la relación entre lo mercantil de la empresa de moda y el carácter filantrópico de la institución museística; la autonomía comisarial que en ocasiones parece verse vulnerada por los gestores de las corporaciones y los diseñadores; la solvencia, investigación, documentación, archivo y naturaleza didáctica exigible a cualquier exposición que son requisitos que parecen ausentes en algunas exposiciones Pero también es cierto que esa exposición del maestro francés de la alta costura adelanta varios conceptos: abre el museo a la gente; se crean exposiciones populares; fomenta el diseñador estrella o artista; da entrada a la moda del momento en el contexto cultural de las expresiones culturales y el arte. En los años sucesivos se van produciendo hechos que manifiestan un progresivo aumento del reconocimiento de la moda en el contexto cultural y del arte. En marzo de 1982, Artforum saca en su portada la pieza para vestir (Rattan Body) realizada por Issey Miyake con el artista de bambú Koshige Shochikudo. En esos años, el diseñador, fue de los primeros en presentar sus creaciones en formato de exposición en museos de todo el mundo. La tendencia hacia una mayor atención a la moda se hace patente en la sociedad de consumo y tanto los medios de comunicación, como las instituciones culturales recogen esta línea de consumo de ocio y de arte pop que es signo de la época. En 1996, el comisario Germano Celant, en la Biennale di Firenze bajo el título Art & Fashion, convoca a artistas que dialogan con diseñadores en proyectos conjuntos. Inspirándose en la tradición del arte y la moda desarrollada por las vanguardias. En esa convocatoria están Tony Cragg con Karl Lagerfeld, Miuccia Prada con Damien Hirst, Jil Sander con Mario Merz, Oliver Herring con Rei Kawakubo, Roy Lichtenstein con Gianni Versace, Azzedine Alaïa con Julian Schnabel y Jenny Holzer con Helmut Lang. Se producen aperturas de nuevos museos de moda como en Marsella. Se producen más exposiciones de relaciones del arte y la moda, como Fashion & Surrealism, en el Victoria & Albert Museum de Londres en 1988. Se producen exposiciones retrospectivas de épocas como Le monde selon ses créateurs en Palais Galliera en 1990. En el cambio de siglo, una generación de diseñadores en la vanguardia, muy ligados a un discurso conceptual, arquitectónico, escultórico, pictórico, musical, performativo, fílmico de la moda, hacen aparición tanto en la escena del comercio, como en la escena expositiva. Estos diseñadores, avalados por su personalidad de culto o por su éxito en el mercado, son sujetos de exposiciones: Viktor & Rolf en Paris en 1994; Martin Margiela en el Museo Boijmans van Beuningen en 1997; Hussein Chalayan en Les Arts Décoratifs en 1999. Son ejemplo de exposiciones en las postrimerías de arte y moda, la moda de vanguardia del siglo XXI. En esta época comienzan a acceder al museo las creaciones de los diseñadores no occidentales (Kawakubo, Miyake, Yamamoto) y los diseñadores de Amberes (Bikkembergs, Demeulemeester, Van Beirendonck, van Noten, Van Saene, Yee). Se produce también una aprehensión por los museos, del trabajo de creadores con fuertes universos estéticos individuales. Azzedine Alaïa expone en Groningen Museum en 1998. Issey Miyake en la Fondation Cartier en 1998. Raf Simons en Stazione Leopolda de Florencia en 1998. Con lo que otra línea de universos creativos más ligados a la costura, la sastrería, el modelado tridimensional occidental o bidimensional japonés de prendas, accede al museo, la moda de autor del siglo XXI. En 2000, Armani es la exposición que el Guggenheim Museum de Nueva York dedica al diseñador italiano. Y abre el museo de arte a la moda y generaliza las monográficas, dedicadas a creadores vivos de la época. Creadores que se valoran por diversas facultades, técnicas, de estilo, de difusión, estéticas, innovadoras. Gianni Versace, Christian Lacroix, Vivienne Westwood, son también otros de los diseñadores sujetos de muestras hasta el año 2001. Monográficas de creadores del siglo XXI, que habrán de exponer tanto en museos dedicados a la moda, como en museos de arte general. Estas tres líneas de criterio expositivo, conviven con las exposiciones colectivas sobre épocas o temas alusivos. Comparten programación con monográficas dedicadas a modistos del pasado. Y coinciden con exposiciones de indumentaria o traje de época, cuya puesta en escena es cada vez más compleja y alusiva; con medios técnicos de sonido y visión; con conceptos teatrales para las puestas en escena. Hay otra considerable oferta expositiva de moda, con un tema importante de la época que es el mito o la celebridad. Primero mitos del celuloide, miembros de casas reales, luego clientas de alta costura, coleccionistas, personajes de la alta sociedad. Audrey Hepburn en Museo Ferragamo de Florencia en 1999. Diana Princess of Wales Fashion and Style, en Kensington Palace en 1999. Fionna Thyssen en la Judtih Clark Gallery de Londres en 1998. Mona Bismarck, Cecil Beaton, Cristóbal Balenciaga en la Fondation Mona Bismarck en 1994. Son algunos ejemplos de esta línea expositiva sobre personajes. Con el cambio de siglo, se produjo también una revisión de temas contemporáneos en exposiciones de moda. Como moda de vanguardia, Leigh Bowery en el Museum of Contemporary Art de Australia en 2003 y en la Biennale di Venezia de 2005, se revisita en toda la amplitud de este creador a través del vestido, que integra cuestiones sociales (la cultura de club y el do it yourself) con estéticas (lo abyecto y extremo) y de género (lo trans). Otra cuestión que se revisa en el siglo XXI, es el de las exposiciones temáticas, conceptuales, evocadoras, apoyadas en la intertextualidad y la alusión. La moda en relación a la arquitectura; la moda en relación al diseño; o la poética en diversas variantes es leitmotiv de numerosas muestras. Heaven: an exhibition that will break your heart, en el Kuntshalle de Duseldorf en 1999. Rapture: Art´s Seduction by Fashion en el Barbican Art Gallery de Londres en 2002. Skin+Bones, Parallel Practices in Fashion and Architecture, en el Museum of Contemporary Art de Los Angeles, en 2006. Las exposiciones de moda fuera del museo y aún fuera de la exposición, y la proliferación de museos y fundaciones, dedicados a un creador o a una marca caracterizan el siglo. En 1993 la Fondazione Prada en Milán. En 2004 abre la Fondation Pierre Bergé Yves Saint Laurent en París. Valentino, Louis Vuitton, Kering, Gucci, Ferragamo, Hermés, tienen sus propias instituciones dedicadas al arte y la moda, en una cierta manifestación del fetichismo de la mercancía. En 2011, se abre el Museo Balenciaga en Guetaria, que junto a las exposiciones temporales que se le dedican en todo el mundo y los fondos de museos a los que pertenece, perpetúa el legado del modisto. En 2015 se abre el Armani/Silos, un museo dedicado a la firma, creado por ella misma en Milán. Con la época de los grandes grupos del lujo, se desarrollan proyectos en el vértice del espacio expositivo, el establecimiento comercial, el escaparate publicitario. Chanel Mobil Art en 2008, creado por Zaha Hadid, es un pabellón móvil entre el arte, la moda y la auto-referencia, con esculturas realizadas por artistas citando la estética de la empresa. En 2009, el Prada Transformer, otro espacio móvil diseñado por Rem Kolhaas, que alberga una exposición de faldas de la empresa y otras actividades cuando el pabellón móvil se hace girar sobre sí mismo. Los almacenes Selfridges de Londres y su Museum of Everything en 2011.Los escaparates de Barney´s en Nueva York, en 2012. El 24 Hours Prada Museum, en el Palais d´Iena en París hecho con Francesco Vezzoli. Le Théâtre Dior en el Dubai Mall en 2015. Mademoiselle Privé Chanel en 2015 en la Saatchi Gallery de Londres. Aparecen otras formas de presentación de las creaciones. En 2012, The Impossible Wardrobe, en el Palais de Tokyo, reflejó unas colaboraciones singulares entre la actriz, modelo y musa Tilda Swinton y el comisario Olivier Saillard. Emplean piezas de los fondos del Musée de la Mode en unas ocasiones y procedentes del público asistente en otras, para mostrarlas a la audiencia de formas teatralizadas. En 2013, el Cabinet Show Studio, muestra el trabajo de Iris van Herpen, en Londres, como en una cámara de las maravillas barroca, fuera del museo con naturaleza expositiva y lúdica. En 2015, The Temporary Fashion Museum, es una instalación en el Het Nieuwe Instituut de Róterdam, que subvierte los papeles y en la exposición del museo se pueden comprar los vestidos expuestos. En el siglo XXI, proliferan las exposiciones sobre personajes excéntricos de la moda. Sujetos únicos que aportaron a la moda, al hacer del vestido su forma de expresión artística, una noción de dandis de final del siglo XX y siglo XXI. Una forma de traducir en la moda, los nuevos roles de personaje referencial en la sociedad del capitalismo estético. Iris Apfel, Anna Piaggi, Daphne Guinness, Isabella Blow, Susan Bartsch. En el siglo XXI, proliferan los reconocimientos a diseñadores nacionales. En concreto, la red de museos en universidades y museos de Estados de los Estados Unidos, dedican monográficas a muchos de sus diseñadores nacionales, Carolina Herrera, Óscar de la Renta, Charles James, Rodarte, Scaasi y muchos otros son homenajeados. En el siglo XXI, la gran novedad en la moda es la tecnología y algunos de los diseñadores más significativos de la época avanzan en su trabajo sobre este concepto tecnológico. Las exposiciones sobre el tema se desarrollan. Iris van Herpen, es sujeto de muestras en diversos museos como el High Museum de Atlanta en 2015 y en el Groninger Museum en 2012. Techstyle, en 2016 en Boston Museum, se dedica a la tecnología y la moda. Manus x Maquina, la exposición anual del 2016, con gala del Costume Institute at the Metropolitan Museum de Nueva York se dedica a la tecnología. En el siglo XXI se incrementan exponencialmente el número y calidad de exposiciones de moda. En el Inventario Incompleto que presentan Amy de la Haye y Judith Clark en su monografía de 2013, Exhibiting Fashion: After and Before 1971, relacionan entre 1971 y 2013, un número aproximado de 930 exposiciones de moda en museos e instituciones notables, con importancia en el contenido y la forma. En el período de 30 años que va desde 1971 al fin del siglo, se relacionan casi 400 exposiciones aproximadamente. Mientras que en el período de 13 años hasta el momento de publicación del volumen se relacionan más de 600 exposiciones. El número total de exposiciones que hemos estudiado para esta tesis es de aproximadamente 566 de las que más de 400 corresponden al siglo XXI constituyendo un evidente incremento exponencial del número. De estas exposiciones estudiadas en los capítulos de la tesis se reconocen tres grandes bloques temáticos que agrupan otros tantos tipos, las exposiciones monográficas; las temáticas de vanguardia, de arte y moda; las exposiciones de épocas, de moda masculina, de moda en España. No sólo hay más exposiciones, también hay más público que asiste a ellas, pues Alexander McQueen Savage Beauty, China Through The Looking Glass, del Costume Institute at the Metropolitan Museum Museum of Art, de Nueva York, son de las de mayor afluencia en la historia de la institución. El siglo XXI, por su propia dinámica en la conceptuación de las exposiciones de moda, ha creado una nomenclatura para el arte y la moda o para la moda como arte o para la moda en el museo que se apoya en la coexistencia de opiniones. La postura de los propios agentes principales del ámbito de la moda en el museo, arroja opiniones yuxtapuestas. Y se incide en la singularidad del trabajo de cada creador para su puesta en valor por medio de actividades expositivas. Hay una tónica hacia la integración conceptual de la moda que accede al museo como forma de expresión cultural y frecuentemente artística, alejándola de separaciones estancas del pasado que la contraponían a cualquier forma de arte o cultura y sólo la integraban en el terreno de la conservación de patrimonio antropológico. Hay gran trascendencia del concepto evolutivo de la moda como una de las formas de expresión plástica derivada del enriquecimiento propiciado por las propuestas de los diseñadores no occidentales, de los creadores de vanguardia y de los creadores que se apoyan en la tecnología, la evocación o en temas nuevos para la moda como la política o la sociología. Y hay una conciencia de que conviven, en las exposiciones de moda y arte, aquellas que ensalzan la alta costura clásica con las que ensalzan la tecnología o las formas abstractas. Así las diversas tipologías de creador coexisten en el museo con diversos tipos de exposiciones. Esos grandes maestros de la costura y el prêt-à-porter, los diseñadores de moda no occidental, los diseñadores de vanguardia, tienen visibilidad en el museo y en las exposiciones, representados en muestras que encajan en alguno de los tipos que se mencionan en estas conclusiones y que son coincidentes con los planteados por los autores. Del estudio y cotejo de las opiniones de los autores con datos procedentes de catálogos y monografías hemos concluido la taxonomía o clasificación de los tipos y formas expositivas surgida de la práctica contemporánea que se ha desarrollado a lo largo del texto y que citamos de modo literal o referencial para identificar los contenidos y rasgos de las exposiciones y sus participantes (gestores, comisarios, creadores): 1 exposiciones monográficas (conceptuadas a partir de entre otros, N.J. Stevenson) 2 de investigación (a partir de Valerie Steele) 3 diseñadores de vanguardia (a partir de Valerie Steele) 4 temáticas, conceptuales o evocadoras (a partir de Valerie Steele) 5 ropa no occidental (a partir entre otros de Valerie Steele) 6 arte y moda (Valerie Steele. y otros autores) 7 estudio material de los objetos (Valerie Steele) 8 cuerpo y silueta (Akiko Fukai) 9 tecnológicas (Bradley Quinn) 10 sociopolítico (Susan Ward) 11 moda fuera del museo (Oakley & Kubler)