Violencia escolar e inteligencia emocional en adolescentes gallegos

Abstract

En la Comunidad Autónoma de Galicia, igual que sucede en España y Europa, las diferentes situaciones de violencia en los centros de enseñanza requieren un tratamiento urgente en el compromiso de mejorar la convivencia educativa. Por ello, la violencia escolar es uno de los problemas que más preocupa a las comunidades educativas (alumnado, docentes, padres y responsables políticos) y a estamentos relacionados con la salud de los jóvenes ya que estos comportamientos violentos influyen negativamente en el desarrollo de los adolescentes. En este marco de acción, la inteligencia emocional se ha convertido en un tema de creciente importancia socioeducativa. De hecho, la inteligencia emocional como herramienta de prevención de actos violentos, puede convertirse en un factor protector frente a esta problemática. En palabras de Bisquerra (2015), Cerezo (2015) o Uruñuela (2016), una intervención preventiva eficiente para afrontar problemas de relación y de conflictos interpersonales, debería incluir la dimensión emocional. Partiendo de esta premisa, es importante evaluar la importancia de la educación emocional y su repercusión en las conductas escolares violentas, ya que es una cuestión que siempre ha inquietado, y en la actualidad, sigue presente en numerosos centros de enseñanza, pues todavía no se ha sido capaz de erradicarla (Muñoz-Prieto, 2017). No obstante, las autoridades educativas han ido introduciendo cambios importantes en el tratamiento y enfoque de las acciones que pueden ocasionar conductas violentas, a través de una mayor implicación de las administraciones, normativa adecuada y elaboración de nuevos protocolos de actuación. En consecuencia, esta investigación sobre la violencia escolar e inteligencia emocional, busca profundizar en los aspectos relacionados con la violencia escolar e inteligencia emocional del alumnado de Educación Secundaria Obligatoria vividos en el contexto escolar, además de evaluar la predictibilidad de determinadas variables socio-escolares (género, edad, estructura familiar, rendimiento académico, curso escolar, ubicación y tipo de centro). Se trata de una investigación empírica no experimental, transversal, descriptiva y relacional-causal, utilizando como técnica la encuesta e instrumento el cuestionario. La muestra conformada por 4467 alumnos que cursan Educación Secundaria Obligatoria en Galicia. En la evaluación se ha elaborado y aplicado un cuestionario complementario (“ad hoc”), y se han utilizado el Cuestionario de Violencia Escolar Revisado, CUVE-R-ESO (Álvarez-García, Núñez, Rodríguez, Álvarez y Dobarro, 2011) y el cuestionario Trait Meta-MoodScale (TMMS: Salovey, et al., 1995; adaptación al castellano por Fernández-Berrocal, Extremera y Ramos, 2004). Los resultados alcanzados, ponen de manifiesto el enorme potencial del cuestionario CUVE-R-ESO para la evaluación de la violencia escolar en población adolescente. Asimismo, se concluye que el cuestionario TMMS-24 constituye una herramienta de utilidad para evaluar el nivel de inteligencia emocional (percepción, comprensión y regulación) percibido por el alumnado de ESO. A nivel descriptivo, se confirma una baja presencia de violencia escolar en los centros de ESO en Galicia, siendo el tipo de violencia percibida más habitual en los centros de educación secundaria obligatoria la violencia que ejerce el profesorado hacia el alumnado, la violencia verbal, disrupción en el aula y violencia ejercida a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. De igual manera, los adolescentes gallegos presentan una inteligencia emocional moderada. De hecho, los datos evidencian una mejor regulación emocional que comprensión y, sobre todo, percepción emocional. A nivel inferencial, se constata la influencia del género, edad, estructura familiar, provincia de residencia, tipo y ubicación del centro educativo, curso escolar y rendimiento académico, en los diferentes factores que conforman la violencia escolar y la inteligencia emocional en adolescentes. Finalmente, el análisis de regresión ha confirmado que la violencia escolar se puede predecir en mayor medida por las variables violencia física directa por parte del alumnado, violencia a través de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, y violencia verbal entre el alumnado. Igualmente, en la inteligencia emocional presenta mayor predicción la comprensión y regulación emocional. En conclusión, parece claro que la inteligencia emocional se puede convertir en una herramienta que eleva en los adolescentes su estado de bienestar general, ayudando a la prevención de actos violentos y convirtiéndose en un factor protector frente a esta problemática.