Opción y acciónlaberintos

Resumo

Ligado a las culturas estatales, el laberinto se habrá desarrollado como herramienta que da forma a un tipo de cultura (la occidental), construida sobre la base del conocimiento revelado. Con él se da forma a un sistema de creencias, se organza el espacio vital, y se propicia un tipo de conocimiento-comportamiento que se procura ajeno a los cambios de la realidad social: una lógica cultural que piensa al ser humano como máquina, cuya finalidad existirá escondida en el centro del laberinto. Sólo los profetas, sabios o héroes, intermediarán para desvelar la finalidad, sus opciones, serán las acciones del grupo. El laberinto legitima una delegación de la responsabilidad, que queda en manos de cierta elite (sacerdotal, política, económica). Y lo ha hecho a través, primero del Idolo (lo sagrado), más tarde con el icono (el Arte) y en nuestra época con lo visual, hasta completar un laberinto del que cada vez resulta más dificil escapar. Crear laberintos habrá sido crear creencias; Y de los diferentes tipos de laberintos podremos deducir distintas formas de organización social. Así, el laberinto mismo se erigirá en "moldeo" referido a diversos procesos de construcción y transmisión del saber en las distintas épocas. Así también, el laberinto, en tanto artefacto ligado a la acción, la coacción y opción., servirá como "paradigma" capaz de aproximarnos a distintos comportamientos propios del arte moderno, a distintos "sistemas" o "academias" del arte (clásico, moderno, postmoderno). Y finalmente, el laberinto podrá ser considerado "metáfora" cuyas evoluciones testificarán las variaciones respecto a las formas de sociabilidad, a la propia construcción de la ciudad, desde la coacción (fisica), a la seducción (subliminal), del ídolo a lo visual, de lo sagrado a lo virtual, del Templo a la Telaraña de Amplitud Mundial (Word Wide Web).