El documental de creación contemporáneo en GaliciaUn Caso práctico: Arraianos
- María Isabel Martínez Martínez 1
- Xaime Fandiño Alonso dir. 1
- 1 Universidade de Vigo. España
ISSN: 1646-477X
Datum der Publikation: 2011
Nummer: 10
Seiten: 206-208
Art: Artikel
Andere Publikationen in: DOC On-line: Revista Digital de Cinema Documentário
Zusammenfassung
No cabe duda, el documental personifica como ningún otro género el grado de inestabilidad del que hace gala en nuestros días la institución cinematográfica. El último auge del documental en la década de los 90 coincidió con un marasmo de cambios que están modificando las estructuras convencionales del cine y la manera de concebirlo. El grado de flexibilidad y permeabilidad hace que el documental se convierta en la punta del iceberg de una nueva concepción del audiovisual tanto a nivel de producción como a nivel artístico. Unos nuevos puntos de vista sobre la producción y recepción de estos productos que están clausurando caminos obsoletos e indican la trayectoria de nuevas vías por las que transitar en el futuro. Nos encontramos contemplando una sucesión de transformaciones del documental que historiadores del cine como Raymond Bellour o Jonatham Rosembaum llaman mutaciones. Estas evoluciones del audiovisual en tan poco tiempo marcaron el definir el momento de la imagen en movimiento de la actualidad en lo que le dan en llamar poscine. Muchos cineastas y teóricos quisieron ver en esta nueva etapa la muerte del cine porque se echaba por tierra todo el sistema de correspondencias con las que se sustentó el cine a lo largo del siglo XX. Quizás es excesivamente exagerado decir que estamos en la muerte del cine clásico, entendido como modelo de distribución y producción audiovisual marcada por los adelantos tecnológicos. La tecnología permitió abaratar costes y reducir el tiempo de los procesos por lo que concedió más tiempo a los creadores a experimentar y a pensar la imagen. Por lo tanto, no estamos ante la muerte del cine pero sí ante la muerte de una manera de pensar el cine. Existe pues, un extraño paralelismo entre la situación del cine en la actualidad y el grado de efervescencia ontológica de la que da muestras en los últimos años el documental. La historiografía académica del cine no da abasto a intentar sistematizar los últimos movimientos por los que se precipita1. En los últimos años este protagonismo del documental se acompañó con una serie de investigaciones sobre el tema que lejos de aclarar la situación lo que arrojan es la sensación de que nos encontramos ante una concepción altamente moldeable, con un elevado grado de inestabilidad que hace sino imposible, si poco certera, el decantarse por una taxonomía que sirva de patrón a todas sus variantes. El principal punto de atención de esta investigación recae en lo que se da en llamar ―documental de creación‖ o cine de no ficción. A Galicia llegó, de forma más o menos oficiosa, esta denominación de mano de la administración de la Xunta de Galicia cuando pretendió promover proyectos con mirada propia y con riesgo creativo. En muy pocas ocasiones se da el hecho de que los responsables del gobierno o las administraciones públicas, entes encargados de promover y difundir la creación cultural, sean capaces de apoyar una tendencia creativa que, cuando menos, es controvertida en sus planteamientos estéticos y formales, alejados de las obras enmarcadas dentro del modo de representación institucional. Sin embargo, en esta ocasión, debido a diferentes causas, la administración pareció entenderlos y apoyarlos. La incorporación de esta categoría en el texto de la convocatoria de ayudas a la producción audiovisual de la Xunta de Galicia derivó que se pudieran materializar una serie de proyectos que se pueden denominar como documentales de creación. La producción no solo se reduce a proyectos subvencionados sino también a ―creadores individuales‖ que gracias a las nuevas condiciones de producción pudieron levantar sus obras. Esta independencia es uno de los síntomas de lo que se da en llamar documental de creación. Esta ingerencia gubernamental hizo que explosionara una manera de entender el documental mucho más libre y más acorde con el presente y con las propuestas más radicales que surgen en otras cinematografías nacionales de más larga trayectoria. El documental de creación sirve para que el audiovisual gallego de concepción periférica y conservadora se pusiera en sintonía con los nuevos giros del audiovisual del panorama internacional. Este trabajo contempla un período de estudio muy limitado, que se corresponden con los años de funcionamiento de la Axencia Audiovisual Galega y en los que se pretende mostrar la transformación que ha sufrido parte del audiovisual gallego y que en la actualidad, se ha denominado Novo Cinema Galego.