Distribución de la repelencia al agua en suelos de Galiciasus causas y consecuencias

Resumo

La repelencia del agua del suelo es una propiedad que reduce la afinidad de los suelos al agua de forma que éstos se resisten al humedicimietno durante períodos que pueden variar de pocos segundos a horas, días o semanas. La serveridad con la que se produce la repelencia no sólo afecta negativamente al desarrrollo de la vegetación sino que también tiene importantes repercusiones hidrológicas y geomorfológicas entre las que destacan: una reducción de la capacidad de infiltración del agua en el suelo, incremento de la escorrentía superficial, erosión acelerada de l suelo y desarrollo de flujos preferneciales con lavado acelerado de agroquímicos y consiguiente contaminación de las aguas. Las características climáticas de Galicia, con abundantes precipitaciones pero con un período cálido y seco en veranto, el predominio de suelos con texturas gruesas y elevados contenidos en materia orgánicas, el uso predominantes forestal y la fuerte incidencia de los incendios forestales son todas ellas condicione favorables para el desarrollo de la repelencia al agua en el suelo. Sin embargo, a pesar de su amplia distribución, la repelencia es una propiedad que ha sido muyo poco estudiada en los suelos de la zona húmeda española. Por todo ello se planteóesta Tesis Doctoral que se ha dividido en dos partes. En la premiera parte se realizó un estudio sobre la extensión y severidad de la repelencia al agua en suelos de Galicia recogidos durante perídoo estiva en diferentes tipos de vegetación y material geológico de partida y en la segunda parte se analizó la variabilidad temporal y espacial de la repelencia del agua. La repelencia del agua es una caracterísitca común de la superficie de los suelos de Galicia con diferentes texturas bajo condiciones relativamente secas. El predominio de una determianda vegetación juega un papel curcial en el desarrollo y severidad de la repelencia al agua en los suelos; así, la repelencia es especialmente elevada en los suelos forestales bajo P. pinaster y E. globulus, y mcuho menor en los suejos bajo prado y máis. La influencia de las distintas vegetaciones estaría relacionada con el tipo y cantidad de materia orgánica aportada al suelo por cada una de ellas, correlacionándose positivamente con el contenido en carbono, nitrógeno y con la relación C/N de los suelos, y negativamente con el pH. Para cada vegetación, los suelos desarrollados sobre rocas garaníticas y esquistos ricos en cuarzo, con texturas más gruesas (mayoritarias en Galicia) presentan una mayor severidad de la repelencia al agua que los suelos desarrollados sobre rocas básicas y esquistos de la serie de Ordes, de texturas más finas. La extensión vertical y la severidad de la repelencia varían dentro del perfil del suelo. La repelencia es máxima en la superficie (0-10cm) y decrece con la profundidad siendo este descenso mayor en los suelos con texturas más finas, lo que estaría asociado con mayores reducciones en el contenido del carbono. Las variaciones temporales y la distribución espacial de la repelencia al agua presentan unos patrones estacionales, desapereciendo la repelencia al agua entre los mese de noviembre-02 a mayo-03 (invierno, otoño y principios de primavera) mientras que la máxima severidad ocurre a fnales de verano. El período en el que tiene lugar la desaparición y restablecimiento de la repelencia varía en función del suelo, siendo más corto en los suelos con vetación de eucalipto. Las variacioens espaciales son mayores en las primeras fases de desecación del suelo y la menor variabilidad espacial ocurre durante el período húmedo, donde todas las muestras de suelo son dirofílicas y a finales de verano, donde la repelencia es máxima y está más homogéneamente distribuida. Estas variacones espacio-temporales se correlacionan negativamente on la humedad del suelo, mientras que con lluvia antecedente prácticamente no se obtienen relaciones. Sin embargo, en todos los suelos se observa el mismo patrón de comportamiento: una baja cantidad de lluvia acumulada y un bajo contenido de humedad del suelo se corresponde con una elevada severidad de la repelancia al agua espacialmente continua y viceversa.