Drama como técnica terapéutica en salud mentaldiseño y evaluación de un programa
- FERNÁNDEZ AGUAYO, SARA
- Margarita R. Pino Juste Director
Universidade de defensa: Universidade de Vigo
Fecha de defensa: 30 de novembro de 2018
- Tomás Sola Martínez Presidente/a
- María José Martínez Patiño Secretaria
- Marta Amaral Figueroa Vogal
Tipo: Tese
Resumo
El problema de esta investigación surge como respuesta a la situación de las personas con un diagnóstico de enfermedad mental en Galicia. Una población estigmatizada y con escasas posibilidades para su inclusión y desarrollo. En la actualidad, el 9% de la población española sufre algún tipo de trastorno mental que afecta a su desarrollo cognitivo, emocional, físico o social. Este deterioro perjudica su bienestar y calidad de vida que se refleja en aislamiento social, baja autoestima, falta de motivación, aplanamiento emocional o falta de metas y propósitos (Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2011; Lee et al., 2017; Corbett et al., 2011; Beard, 2011; Vinitskya, 2006). A pesar de que los planes de acción tanto nacionales como mundiales favorecen y priorizan la atención y prevención de la salud mental (OMS, 2013; Mateos & Gómez, 2017), la realidad es que siguen existiendo barreras sociales e institucionales que impiden a estas personas desarrollar sus derechos. Estos datos se vuelven más alarmantes, cuando entendemos que “disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental es un derecho humano esencial para el ejercicio de otros derechos humanos” (Muñoz & Confederación Salud Mental España, 2018:8). En la actualidad, el estigma sigue siendo una de las mayores y más peligrosas barreas afectando tanto a la persona que padece el trastorno como a todo aquel que le rodea (Casados, 2017; Ho et al., 2015). Como punto positivo, cada vez son más los profesionales que defienden una atención psicosocial en la rehabilitación de los trastornos mentales y no solo una intervención farmacológica. Y es que ante la realidad de que un alto porcentaje de los casos con un diagnóstico de enfermedad mental no se recuperan y tienen que convivir con los síntomas de la enfermedad; se ha dado un cambio al concepto de recuperación. Este nuevo significado no puede entenderse sin la atención integral de la persona, ya que su propósito no se centra en reducir los síntomas, sino en la reducción de las consecuencias que provocan en la persona. De esta manera y a través de una atención integral se desarrollan las fortalezas y puntos positivos de la persona con el fin de que esta entienda y acepte su situación, se desarrolle y establezca propósitos que de valor y significado a sus vidas (Or et al., 2013; Perry, Pullen & Pescosolido, 2017). Por otro lado, numerosos estudios respaldan la eficacia de las artes en la recuperación de las enfermedades mentales y en concreto de los beneficios y mejorías que se producen especialmente en los síntomas negativos y cognitivos cuando se trabaja con la dramaterapia (Crawford & Patterson, 2007; Fleury, Marazzani & Saucier, 2004; Yuen, Mueller, Mayor & Azuero, 2011; Faigin & Stein, 2010). Estos programas muestran que la dramaterapia y el teatro ofrece a estas personas la oportunidad de identificar y desarrollar fortalezas, identidad, habilidades sociales, metas y objetivos, expresión emocional o creatividad (Harkins, et al., 2011; Bademci, Karaday & Zulueta, 2015; Landy, 2009; McGarry & Aubeeluck, 2013). Habilidades que favorecen la construcción de una vida significativa. La OMS define salud como un concepto positivo que acentúa el bienestar físico, mental y social Joronen et al, 2008). La dramaterapia busca, desde la acción, desarrollar las capacidades de la persona con el fin de que encuentre y potencie la expresión de sí mismo en relación con los otros y con el mundo (Johnston, 2010). Permite que la persona pueda liberar sus emociones (Onieva, 2011). Proporciona un lugar concreto donde representar abstractos y un espacio flexible y seguro donde cometer errores es aceptado, permitiéndole así, relacionarse con diferentes problemáticas sin necesidad de vivirlas directamente a través del ensayo error (Orkibi, Bar & Eliakim, 2014; Rousseau et al., 2007; Oon, 2010). Así mismo, ayuda a construir una conciencia social que les prepare para la vida real al tiempo que ofrece a la sociedad una oportunidad de contacto y un mejor retrato de la enfermedad mental (Gomes & Pino, 2010; Faigin & Stein, 2010). Este proceso permite trabajar los tres componentes de la definición de salud: físico, mental y social, así como el fomento de las relaciones interpersonales. Partiendo de esta realidad desarrollamos la presente investigación que se estructura en dos capítulos. En primer lugar, presentamos el marco teórico en tres apartados. Comenzamos exponiendo la situación actual de la enfermedad mental, así como su definición y sus características más relevantes, para continuar profundizando en los trastornos mentales y de forma concreta en la esquizofrenia. Una vez presentado el estado actual, describimos algunas de las variables más afectadas en los trastornos mentales, que coinciden con las variables evaluadas en el programa: autoestima, asertividad, creatividad, emoción, interacción social y sentido de la vida. Cerramos este primer apartado del marco teórico, justificando la necesidad y beneficios de los tratamientos psicoterapéuticos y aportamos evidencia empírica de programas desarrollados con personas con deterioro de su salud mental basados en diferentes técnicas artísticas, de la actividad física, con animales, atención plena o la naturaleza. En el segundo apartado del marco teórico abordamos la dramaterapia, considerando que esta podría ser una herramienta útil y eficaz para la recuperación psicosocial de las personas con deterioro de su salud mental. Inicia presentando la dramaterapia como herramienta de intervención para continuar exponiendo el pasado y presente de este enfoque y describe los enfoques más relevantes en la actualidad. Finaliza con la definición de diferentes enfoques relacionados con el campo de la dramaterapia. El tercer apartado contiene un análisis exhaustivo de la eficacia de los programas basados en dramaterapia y teatro. Este último apartado, además de base teórica para nuestra investigación, persigue varios objetivos. Por un lado, aportar conocimiento teórico al campo de la dramaterapia hispanohablante, que crece cada vez más, pero los recursos teóricos y científicos en el idioma español son muy escasos. Por otro lado, y a través de la evidencia empírica que se aporta con el análisis bibliométrico, contribuir a la conceptualización y sistematización del campo de la dramaterapia, así como a su desarrollo científico para que la replicación de sus programas sea válida y fiable. Al mismo tiempo, este estudio (Fernández-Aguayo & Pino-Juste, 2018) dejó ver la falta de investigaciones en bases internacionales que se desarrollan en dramaterapia y salud mental. Y que concretamente en España, no encontró ningún estudio que desarrolle un programa de dramaterapia y salud mental. En el segundo capítulo de la investigación se desarrolla el marco empírico. Este comienza con un apartado metodológico en el que se presentan los objetivos de la investigación y el diseño de un programa de intervención basado en dramaterapia para el desarrollo de la salud mental. Este programa ha sido parcialmente publicado en una compilación de intervenciones en el ámbito social basadas en actividad física y dramaterapia (Fernández-Aguayo, 2018). Como objetivo principal de la investigación nos proponemos determinar el perfil psicosocial de las personas que padecen algún tipo de trastorno mental y que viven en Galicia con el objeto de diseñar, aplicar y evaluar un programa de intervención basado en dramaterapia y teatro con fin de potenciar la autoestima, la asertividad, el sentido de la vida, la calidad de vida, las interacciones sociales, la creatividad y la identificación y expresión de emociones. Además de determinar necesidades específicas y diseñar, implementar y evaluar el programa, nos proponemos de determinar la eficacia y el impacto de un programa de dramaterapia y teatro en un grupo de personas adultas con enfermedad mental para la mejora de la autoestima, la asertividad, el sentido de la vida, la calidad de vida, las interacciones sociales, la creatividad y la identificación y expresión de emociones. El programa se implementó en cuatro centros de rehabilitación psicosocial para personas con enfermedad mental de la Comunidad Autónoma de Galicia. Para la evaluación se utilizaron procedimientos mixtos a través de instrumentos cuantitativos y cualitativos. En un campo caracterizado por la evaluación cualitativa hemos querido aportar evidencias que avalen la eficacia del programa a través de la utilización de un método que aporta fiabilidad y rigurosidad a los resultados, así como la posibilidad de replicación del programa. A través de los resultados se presenta el perfil psicosocial de las personas que tienen un diagnóstico de trastorno mental en Galicia, aportando características demográficas, sociales, sanitarias y psicológicas. Y se aporta evidencia empírica, a través de técnicas cuantitativas y cualitativas, que respalda la eficacia del programa y posibilita su replicación. Ante la necesidad de programas para el desarrollo psicosocial de las personas con deterioro de su salud mental y las posibilidades que ofrece la dramaterapia como herramienta de intervención hemos comprobado a través de esta investigación su eficacia y utilidad para el desarrollo de la autoestima, asertividad, sentido de la vida, calidad de vida, interacciones sociales y creatividad de las personas con deterioro de su salud mental. La evaluación final del programa mostró eficacia estadísticamente significativa en la disminución del malestar y la probabilidad de respuesta ante diferentes situaciones sociales, es decir en los dos componentes de la asertividad, grado de malestar y probabilidad de respuesta ante diferentes situaciones social. Esta evaluación también refleja diferencias estadísticamente significativas entre la percepción de los participantes en cuanto a su nivel de salud, dependencia y soledad. Estos datos nos permiten concluir afirmado que el programa ayuda a las personas a sentirse mejor, menos solos y más independientes. Estas variables tienen una relación directa con los constructos analizados de autoestima, sentido de la vida y calidad de vida. Aun no siendo significativos, se recoge un aumento de la autoestima y del sentido de la vida desde el inicio al final del programa. Estos resultados se explican en la comparación con las otras variables, así como con los datos cualitativos. El programa se presentó como un reto que a través del trabajo fue alcanzado, generando así un referente de éxito que se refuerza con la presentación ante el público y la buena respuesta de este. Los participantes declararon en su autoevaluación haber mejorado su autoestima, el conocimiento de sí mismos, su seguridad, etc. Todas estas cosas junto con las mejorías descritas hasta aquí, hacen de su vida una vida significativa. Creemos que no han sido significativos porque es necesario un largo proceso para que estas variables puedan interiorizarse. Los datos cualitativos muestran un aumento contante de todas las variables a pesar de las oscilaciones presentes en todos ellos. Entendemos que estas son producto de la inestabilidad de la enfermedad, el aumento continuo nos hace ver que el programa permite un desarrollo constante de todos los participantes sin excepción. Además, la evaluación de proceso justifica los beneficios del programa mostrando una mejoría en la identificación y expresión emocional, así como un aumento de la creatividad. En esta investigación, la evidencia cualitativa, propia de la dramaterapia, se ve complementada por los resultados cuantitativos creando así un método mixto de evaluación en dramaterapia poco utilizado en este campo, y en concreto en programas de dramaterapia para la mejora de la salud mental en España, donde no hay publicaciones científicas previas en este campo. Por tanto, el marco metodológico presenta el diseño y evaluación del programa, así como los resultados, su posterior discusión para terminar con conclusiones, limitaciones de la investigación y una propuesta de futuras líneas de trabajo. Este trabajo se cierra con las referencias bibliográficas y los anexos. El bienestar de una persona tiene que contemplarse desde el cuidado del área física, emocional y espiritual. Vivimos en una sociedad donde lo emocional y lo espiritual no tienen importancia, donde la imagen vale más que la persona, donde se mide a través de estereotipos y no desde la individualidad, donde la producción y la eficacia están por encima de la salud y le bienestar. Una sociedad en la que el suicido es una de las principales causas de defunción entre los jóvenes y la enfermedad mental y en concreto los trastornos del estado de ánimo como la depresión uno de los principales diagnósticos. Es necesario devolverle al arte el lugar y las funciones con las que fue concebido, un medio a través del cual las personas se transforman y se encuentran con sí mismas y con su entorno.