Turismo y enologíaanálisis de las potencialidades para las Islas Baleares

  1. Vachiano Pol, Margarita
Dirigida por:
  1. Antoni Serra Cantallops Director/a
  2. José Ramón Cardona Codirector/a

Universidad de defensa: Universitat de les Illes Balears

Fecha de defensa: 15 de julio de 2020

Tribunal:
  1. Eduard Cristóbal Fransi Presidente/a
  2. María de la Cruz del Río Rama Secretaria
  3. José Álvarez García Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Las Islas Baleares son un destino turístico ampliamente conocido por su oferta de “sol y playa”. Uno de los objetivos de la política turística de las Islas desde hace décadas es desestacionalizar las llegadas de turistas y diversificar la oferta turística. Ello implica que se busca potenciar tipos de turismo alternativos con un comportamiento estacional distinto y perfiles distintos al turismo mayoritario actual, como es el caso del turismo cultural. Dentro del turismo cultural destaca el turismo gastronómico y, como una especialidad de turismo gastronómico, el turismo del vino. Esta tesis doctoral tiene como objetivo principal determinar las potencialidades del turismo enológico en las Islas Baleares. El turismo enológico ha sido estudiado desde los años noventa y la mayoría de trabajos se centran en el análisis de la oferta (las bodegas y su gestión), en el análisis de la demanda (las características de los visitantes) o en una combinación de ambos, situación muy habitual en las tesis doctorales. Esta tesis doctoral revisa el potencial enoturístico de las Islas Baleares, analiza la oferta en base a una encuesta a responsables de 62 bodegas y analiza la demanda en base a una muestra de 200 visitantes de las bodegas, permitiendo incrementar el conocimiento sobre el enoturismo y su repercusión en el sector vitivinícola local. En Baleares la producción vinícola no constituye una actividad económica predominante, pero la oferta enoturística sería un buen complemento para otras actividades y segmentos turísticos, y contribuiría a potenciar la imagen de las Islas. La mayoría de las bodegas son de creación muy reciente y la oferta enoturística no tiene más de una década de antigüedad. Pero el enoturismo es importante para la mejora de los ingresos de las bodegas, tanto por el gasto de los turistas durante la visita como por las ventas y exportaciones de vino que genera. El enoturismo posee el mismo perfil de nacionalidades que el turismo tradicional de Baleares, pero el perfil socioeconómico del enoturista es muy distinto: son de mediana edad, con elevados niveles de formación y tienen ingresos medios o altos. En cuanto a las características de la visita, mayoritariamente son parejas que viajan por cuenta propia y cuya fuente principal de información es Internet. Viajan por vacaciones durante los meses de verano buscando el atractivo del clima, pero van más allá y les interesan otras cosas. Actualmente, el enoturismo es una actividad complementaria pero no la motivación principal del viaje. Las visitas a las bodegas son estacionales, pero se distribuyen de forma más homogénea y en un periodo más largo que el turismo tradicional de “sol y playa”. En todo caso, hay que indicar que el volumen de visitas a las bodegas es equivalente al 1% del total de turistas que recibe el archipiélago. Por tanto, la capacidad del enoturismo para desestacionalizar la demanda turística es limitada mientras no se potencie el componente enoturístico en la oferta turística insular. En general, hay un gran potencial de crecimiento para la actividad enoturística con importantes externalidades positivas sobre el turismo gastronómico y la imagen de las Islas. Para ello, son necesarios cambios para liberalizar, simplificar y facilitar la producción de vino y promocionar el enoturismo.