Las huellas de un bosque carboníferouna colonización costera y su ocaso

  1. R.H. Wagner 1
  2. J.B. Diez 2
  3. R. Sánchez-Pellicer 2
  1. 1 Centro Paleobotánico, IMGEMA-Real Jardín Botánico de Córdoba
  2. 2 Universidade de Vigo
    info

    Universidade de Vigo

    Vigo, España

    ROR https://ror.org/05rdf8595

Revista:
Geotemas (Madrid)

ISSN: 1576-5172

Ano de publicación: 2012

Título do exemplar: VIII Congreso Geológico de España, Oviedo, 17-19 de julio, 2012.

Número: 13

Páxinas: 179-182

Tipo: Artigo

Outras publicacións en: Geotemas (Madrid)

Resumo

El Bosque Carbonífero de Verdeña (Palencia), protegido por la Junta de Castilla y León en 1998, presenta las huellas de asentamiento de dos tipos de árboles, Sigillaria (Lycopsida) y un probable Cordaites (Coniferopsida), así como los troncos derribados de ambos tipos impresos sobre una arenisca que representa el término final de una secuencia deltaica marina de edad cantabriense. La arenisca está en posición vertical por plegamiento astúrico post-Barrueliense inferior. Los dos tipos de árboles ocupaban áreas separadas aunque colindantes, indicando requerimientos paleoecológicos diferentes. El bosquecillo de Sigillaria muestra dos generaciones de tamaños diferentes; la primera generación, pionera, llegó a cumplir su ciclo vital. La segunda fue alcanzada por una entrada catastrófica del mar antes de llegar a su tamaño máximo; el agua segó los árboles dejando los rizomorfos (Stigmaria) y orientando los troncos caídos. Los Cordaites, árboles con mucha madera, no fueron segados por la corriente sino desarraigados. Las huellas de sus troncos son más profundas que las dejadas por las Sigillaria. Las huellas de asentamiento de los probables Cordaites muestran la posición de raíces pivotantes, así como un sistema radicular extenso más superfical. Era un bosque que “dejaba huella” en vez de restos corporales.