Inmunidad innata en esclerosis múltiple progresivapapel de la chitinase 3-like 1
- CUBAS NÚÑEZ, LAURA
- Bonaventura Casanova Estruch Director/a
- Sara García Gil-Perotin Codirector/a
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 27 de noviembre de 2020
- Manuel Comabella López Presidente/a
- Luisa María Villar Guimerans Secretario/a
- África González Fernández Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción: La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad heterogénea en la que coexisten dos fenómenos: la inflamación, que se manifiesta en forma de brotes, y la progresión sostenida de la discapacidad. Es necesario identificar biomarcadores que permitan detectar la neurodegeneración subyacente a la progresión desde el inicio, pues se pone de manifiesto de forma tardía. La Chitinase 3-like 1 (CHI3L1) se ha relacionado con la progresión en la EM, pero su papel en la patogenia de la enfermedad es todavía desconocido. Objetivos: En este trabajo, estudiamos los niveles de CHI3L1 y de la Cadena ligera de Neurofilamento (NfL) en el líquido cefalorraquídeo (LCR) de pacientes con EM y analizamos el valor combinado de ambos biomarcadores en el diagnóstico de los fenotipos clínicos y el pronóstico de la progresión. Además, realizamos una comparativa entre los niveles de CHI3L1 en EM y otras enfermedades desmielinizantes, la Neuromielitis óptica (NMO) y la Encefalomielitis aguda diseminada (EAD), tanto en actividad como en remisión, combinando estos datos con un estudio histopatológico de expresión de CHI3L1. Material y Métodos: Los niveles de NfL y CHI3L1 en LCR fueron determinados retrospectivamente, con seguimiento clínico prospectivo, en una cohorte transversal de pacientes con EM, NMO, EAD y controles. Los datos clínicos y los niveles de ambos biomarcadores en LCR fueron relacionados con la expresión de CHI3L1 (cuantificada mediante densitometría óptica) y el grado de inflamación en muestras de tejido procedente de autopsias de pacientes con estadios similares de la enfermedad. Resultados: En la EM, los valores elevados de NfL se asociaron a la presencia de actividad inflamatoria, mientras que los niveles altos de CHI3L1 se asociaron a la progresión de la enfermedad. La combinación de ambos biomarcadores fue de utilidad para discriminar fenotipos clínicos y predecir la progresión subclínica. En NMO y EAD, la CHI3L1 fue mayor en fases inflamatorias, mientras que en EM solamente fue elevada en casos con presencia de actividad radiológica extensiva. Fuera de brote, los niveles de CHI3L1 en LCR permanecieron elevados únicamente en los casos de EM progresiva y no en EM remitente-recurrente, NMO ni EAD. El estudio histopatológico mostró que en formas de EM aguda la CHI3L1 era principalmente producida por macrófagos perivenulares, mientras que en EM progresiva, destacó su expresión por astrocitos, que fue independiente de los infiltrados linfocíticos, y asociada a neurodegeneración activa. Conclusiones: la CHI3L1 en LCR en EM, en contraste con lo que ocurre en NMO y EAD, podría informar sobre el daño inflamatorio mantenido que se produce en la EM progresiva. Como causa o efecto de este daño, la CHI3L1 es expresada por una subpoblación específica de astrocitos en el borde de la lesión íntimamente ligados a la desmielinización y neurodegeneración presente de forma independiente a brotes.