Indicadores magnetogeoquímicos en el registro holoceno de la Ría de Muros. Implicaciones paleoclimáticas, paleoceanográficas y de procedencia

Resumo

Esta tesis constituye un estudio geoquímico, magnético, geocronológico, sedimentológico e hidrodinámico con el objetivo de comprender las interacciones entre los componentes detríticos, diagenéticos y antropogénicos que han afectado la sedimentación de la Ría de Muros (la más septentrional de las cuatro Rías Baixas, NO de la Península Ibérica) durante la segunda mitad del Holoceno. La interacción del oleaje con el fondo marino y las corrientes de fondo son los principales agentes que controlan la distribución y la composición geoquímica de los sedimentos recientes en la Ría de Muros. Los sedimentos finos, fangos ricos en materia orgánica, se encuentran principalmente en las zonas del interior de la ría y en las zonas de baja energía localizadas en su margen norte. Por el contrario, los sedimentos gruesos, se concentran en zonas más expuestas al oleaje o a las corrientes oceánicas, como el margen sur de la ría, donde dominan los carbonatos marinos, o la zona externa, donde el material siliciclástico es más abundante. El afloramiento local favorece la producción de componentes biogénicos, mientras que el material siliciclástico procede del Río Tambre y, a escala local, de ríos menos caudalosos. Los sedimentos extraídos en una posición próxima a un pequeño abanico deltaico localizado en la zona interna de la Ría de Muros muestran un progresivo aumento con el tiempo de la influencia marina en la sedimentación. Un análisis de facies ha permitido la definición de tres unidades sedimentarias. La más antigua, formada por material grueso con una señal terrestre muy marcada, se supone asociada a la progradación del abanico deltaico durante la estabilización del nivel del mar que tuvo lugar tras 6900 años BP. La siguiente unidad depositada, constituida por material más fino y con mayor influencia marina, se encuentra asociada a un período durante el cual la energía hidrodinámica local se vio reducida. Este período está probablemente asociado a una progresión del nivel del mar que ocurrió a partir de 3000 años BP. La tercera unidad, que comenzó a depositarse en torno a 1750 años BP, muestra una señal marina muy fuerte, lo que se interpreta como el resultado de la suma de los efectos del progresivo ascenso del nivel del mar y de una intensificación del afloramiento en la zona interna de la ría. La interpretación del registro sedimentario de la zona externa de la Ría de Muros está basada principalmente en la identificación de una sucesión de tres frentes redox que tuvieron lugar en diferentes momentos. Todos ellos se originaron en períodos con mayor proporción de materia orgánica marina que terrestre (como lo demuestran las relaciones TOC/TN y ¿13C). Las tasas de sedimentación calculadas identifican dichos períodos como la Pequeña Edad de Hielo, la Baja Edad Media y el primer período frío de la segunda mitad del Holoceno, todos ellos períodos conocidos por una intensificación del afloramiento y una reducción de los aportes continentales, como consecuencia del clima frío y seco que predominaba en el noroeste de la Península Ibérica. El modelo geocronológico obtenido mediante las técnicas de 14C y 210Pb para las zonas interna y externa de la ría sugiere que la presión antrópica (identificada como un aumento en la concentración de elementos traza, tasas de sedimentación y contenido en materia orgánica, entre otros) comenzaría a afectar la sedimentación desde el sigo XVI, como resultado del crecimiento demográfico experimentado por la Ría de Muros durante ese período.